Hoy el metro me recordó a París
porque París eres tu y soy yo.
Hoy el acordeón me transportó a París
a paseos por L’Etoile bajo el sol del verano.
Hoy tus besos me supieron a París,
a un Petit Pont, a Rue de Rivoli, a Soborna y Sena.
Hoy la luna me enamoró de ti,
como cada marzo, como cada agosto,
como sólo lo sabe París,
como sólo lo sabe Sevilla.
Hoy la vida me hizo sonreír,
apretar tu mano con fuerza,
andar con decisión hacia el mañana.