Recuerdo el día que desapareció Curro. Andaba por la mullida alfombra del salón de la abuela con sus apestosas zapatillas de deporte rojas y su capa, luchando por meter a la pequeña Mafalda dentro de la chistera mientras aguantaba la varita de plástico negro y blanco entre sus dientes.
Mamá no le quitaba el ojo de encima, no se fiaba de que intentara cruzar la pared con su locura veraniega de ser mago y, sin embargo, con un simple chasquido de sus dedos se esfumó sin que lo pudiera atrapar y nunca más se supo de él. Por fin alguien en la casa había hecho magia de verdad.
Mamá y la abuela mancharon la alfombra con la sal de sus lágrimas. Papá mandó llamar a los guardias civiles…y a la policía de la capital…y a un señor de la tele que se llamaba Paco y que buscaba a los que no querían aparecer…y hasta al Alcalde y al cura del pueblo…nadie se explicaba qué había pasado con Curro…y Mafalda y yo guardamos en secreto que habíamos pedido a la luna de San Juan que el pesado de mi hermano desapareciera para siempre y dejara tranquila a la pobre gata.
Abuela decía que la luna de San Juan era mágica, pero mágica de verdad, no como aquel ridículo juego que Curro pidió a los Reyes Magos. Decía que si le pedías un deseo muy fuerte a esa luna, se cumplían…por eso yo se lo pedí y por eso, el día que se fue Curro, cambié las reglas de su Magia Borrás por un librito que me dió una señora muy fea en el rastro del pueblo. “Abracadabra, pata de cabra, que si tan rápido me ves, tan rápido me vaya”.
Pero Curro dijo algo dijo mal porque sus viejas Converse rojas se quedaron pegadas a la alfombra y creímos que nadie iba a poder quitarlas nunca hasta que aquella señora barbuda que vino con el circo las hizo salir bailando de la casa mientras le cantaba “cuando crees que me ves, cruzo la pared…”. Entonces nunca más supimos de las zapatillas rojas. Ni de Curro.
(P.D. En unas horas, leeré este relato en el Recital Literario de Índigo Crea en la Torre del Agua. Será a las 20.30 horas por si os apetece compartir conmigo esta nueva experiencia y vivir la magia de las historias breves).
MUY BUENO
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Gracias
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Muy original. Divertido y muy tierno.
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Muchas gracias, Marta.
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Buenísimo.Me encantó.Felicitaciones!!! Y suerte en el Tintero! abrazo
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Muchas gracias, Graciela. Un abrazo.
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Un relato de tintes mágicos muy conseguido, Beatriz. Además, me has hecho viajar en el tiempo con esas referencias a la magia Borrás o al señor Paco que buscaba personas desaparecidas.
Un saludo y mucha suerte.
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Muchas gracias, Bruno!!!
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Gracias, Beatriz, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!
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Excelente. Buen ritmo. Rica síntesis.
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Muchas gracias, Beba. Un saludo.
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Cuántos recuerdos, esa noche mágica es capaz de todo, saludos Beatriz
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Gracias, Emerencia. La noche de San Juan es misteriosa. Un saludo.
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Y pensar que yo también tuve ese juego, 😉 Suerte que no me equivoqué como el pobre Curro o tuve una hermana que me apreciaba, ¿quién sabe?
Muy buen relato Beatriz, suerte.
Un abrazo.
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Muchas gracias, Irene. Yo también lo tuve pero no era de mis favoritos. Un saludo.
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¡Qué bonito Beatriz! Un cuento precioso y muy ingenioso. Felicidades. Un abrazo.
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Muchas gracias. Un abrazo.
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Muy bueno el micro. Hay protagonista y antagonista, en consecuencia hay conflicto, hay engaño, hay resolución del conflicto como consecuencia. Todo ello con una voz narrativa en primera persona singular que de forma muy hábil pasa al plural en el último párrafo como rúbrica del conflicto resuelto.
Enhorabuena Beatriz. Con nominación por mi parte, sin duda
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Muchísimas gracias, Don. Un saludo.
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Beatriz, gracias, mil gracias por esta joyita que has escrito, un relato encantador, imaginativo, fresco. Me ha encantado, justo en la línea de registro que me suele gustar. Seguro que hizo las delicias del público que tuvo la suerte de escuchártelo contar.
Un beso compañera, y te felicito por escribir tan pero tan bien.
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¡Me alegra mucho que te guste! Curiosamente cuando lo relatos en los que el narrador tiene un estilo “infantil” son los que más gustan. Creo que estoy encontrando mi estilo. Un abrazo.
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Precioso cuento, hes hecho las delicias de quien lee este micro. Me ha encantado, tienes una gran imaginación y por mi parte te nominaré con buena puntuación. Un abrazo.
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¡Muchas gracias, Mamen! Un abrazo.
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muy bueno
ana maria caillet bois
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Gracias, Ana. Un saludo.
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Hola, amiga Beatriz.
¡Ay, la magia! La de mentira, la hecha a base de engaños y la de verdad, como la de esa Luna de San Juan que se llevó a nuestro Curro pero no a sus zapatillas; no me extraña, no creo que le guste vestir de marca…
Bonito cuento éste que nos has leído (sí) a nosotros también, porque yo así lo he sentido, como si nos lo leyeras.
Te deseo mucha suerte en «El Tintero».
Un abrazo.
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Muchas gracias por tu comentario, Patxi. Un saludo.
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que crueles pueden ser los niños en ocasiones, que si maltrato al gato… que si hago desaparecer a mi hermano… realismo mágico que nos traes y que nos hace preguntarnos donde está curro. Se habrá ido al Caribe? Mucha suerte en el Tintero Beatriz!
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Muchas gracias, Jorge. Un saludo.
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Me recordó el cuento de las zapatillas rojas que bailaban solas. Suerte en El Tintero. Saludos.
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Muchas gracias por tu comentario, Paco. Un saludo.
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Mágico cuento. Pobre Curro, ni Paco Lobatón consiguió encontrarlo. Esa luna de San Juan hace magia de verdad. Un abrazo y suerte en el Tintero.
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Muchas gracias, José Ramón. Un saludo.
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Muy Bueno. Lo tendré presente para el próximo año durante la Luna de San Juan. Te dejo un cariño grande, que espero no desaparezca.
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Muchas gracias, Ricardo. El cariño no desaparece, un abrazo.
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Muy bueno Beatriz.
La magia siempre está ahí, pero hay que buscarla (incluso en el Juego de Magia Borrás)
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