El bosque de Drostán

Microrrelatos retoraybradbury beitavg

Antes de abrir la puerta del palacio, Drostán respiró profundo. Apenas había salido el sol cuando el temblor de las empedradas calles confirmó al Rey sus peores temores, no quedaba esperanza para su pueblo. Dejó atrás el edificio y recorrió los pocos metros que distaban de la muralla, en un monarca no cabía miedo, si su pueblo caía en manos bárbaras, él caería también. 

Los soldados, acodados entre las almenas, flanquearon al soberano, con sus tensos arcos prestos a devolver el ataque. Con un breve gesto, Drostán mandó bajar las armas; el enemigo avanzaba inmisericorde entre las huertas que bordeaban la fortaleza tras días bloqueando la entrada de alimentos y de agua a la ciudad. El General Negro se detuvo a las puertas de la muralla blandiendo su espada y reclamando entre gritos guturales la rendición inmediata de la ciudad. 

Rendirse y morir; luchar y morir. Al Rey Drostán sólo le quedaba encomendarse a Dios y rezar por un final rápido para sus súbditos. 

Volvió a temblar el suelo a la voz del General. Los soldados negros se dispusieron para el ataque y, sin embargo, sus pies no lograron moverse. Millares de raíces brotaban del suelo enredándose en las piernas del aterrado ejército negro y retorciendo sus cuerpos como rugosos y marrones troncos. Exhalaron un grito mientras, de sus melenas, germinaban verdes hojas y una fina lluvia comenzaba a caer sobre la repentina arboleda. 

Drostán se arrodilló, mirando al cielo y agradeciendo el milagro del bosque.

22 Comentarios

  1. Buena historia. Discurso claro. Me recordó al bíblico Cruce del Mar Rojo por Moisés. La fuerza humana vencida por la fuerza de la naturaleza, de la Creación. Buena narrativa. Buen manejo de tensión narrativa y de descripciones. Un saludo.

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  2. Qué micro tan bonito y tan bien contado, Beatriz. Te las has apañado muy bien con poquísimas palabras para contar toda un historia sin que echemos nada de menos. Creo que en esta ocasión la Naturaleza ha tomado partido y ha usado sus pacíficas pero efectivas armas. ¡Muy bueno!

    Un beso.

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    1. Gracias, Julia. La verdad es que no ha sido fácil comprimir la historia para el requisito de las 250 palabras del «Microrreto». Un abrazo.

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  3. Jo, ¡qué imaginación! Te aseguro que entre los posibles desarrollos del reto no había pensado en el género de fantasía épica y has demostrado que a pesar de tan poco espacio se puede crear un mundo y una historia. Genial. La Naturaleza siempre es nuestra mejor aliada, pese todo lo que le hacemos. En este sentido me recordó un poco la “moraleja” que nos dejó H. G. Wells en su La Guerra de los Mundos. Reto muy pero que muy conseguido. Un abrazo y feliz verano!!!

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  4. Un hecho prodigioso que bien pudiera tratarse de alguna leyenda milenaria, lo cual no significa que ocurriera tal y como lo cuentas, pues se aprecia el grado de imaginación con el que lo has narrado y que le proporciona ese encanto especial.
    Esa lucha entre el bien y el mal está muy presente en este texto orientado hacia la esperanza.
    Un abrazo.

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  5. Qué bien te has movido, Beatriz, entre la épica lírica y la leyenda. Una música que le iría de maravilla a tu micro sería la de Enya o la de Loreena McKennitt. La naturaleza, con toques de magia medidos.
    Me ha gustado mucho, por original e imaginativo.
    Que tengas una estupendo veranito Beatriz.

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  6. Un relato que bebe de la épica medieval y la fantasía, con final feliz para los sitiados que no esperaban tal desenlace, al igual que nosotros tampoco. Feliz verano Beatriz, un saludo.

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  7. Amiga Beatriz, qué cuento tan bello nos has regalado. Con su fantasía épica final, has puesto la primera piedra para un posible relato mucho más extenso y con grandes expectativas, te felicito por ello.
    Espero que estés disfrutando de un verano maravilloso.
    Te envío un fuerte abrazo.

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  8. Me ha encantado leer tu relato, Beatriz. Introducida en una época muy remota, en la cual las leyendas podían ser verdad o no, pero siempre con un alto grado de visualización para recordarlas y pensar, que todo puede ser. Antiguamente para algunos, la fe era tan extraordinaria que su Dios, escuchaba y enviaba lo necesario. Así percibí el mensaje en esta historia, muy bien contada.

    Saludos cordiales;)

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