Una imagen, un sonido, un recuerdo…una chispa que estalla dentro de ti, que creías que no existía, pero estalla y se expande, rápida, silenciosa, maliciosa. Ardor en las venas, fuego en la mirada, nudo en el estómago, rechinar de dientes, sudor frío…y te asustas; y no sabes por qué te sientes así; y tienes miedo pero, a la vez, eres poderoso. La violencia te consume y, sólo en ese momento, eres consciente de que serías capaz de hacer daño; la sed invade tus labios, pero en lugar de agua, tan sólo buscas venganza.
Y al final comprendes, las lágrimas invaden tus ojos y reconoces al sentimiento que con maquiavélica sonrisa te saluda: seas mal-venido detestado ODIO, no pensé que llegaría a conocerte.