Medias mitades

Mitad medias relatos cortos beitavg

Primero fueron las medias tostadas y los medios sandwiches. Después vinieron los medios kilos y las mitades del cuarto cuando ibas al mercado.

Más tarde te empeñaste en buscar tu media naranja y cuando por fin parecía que la habías encontrado, la aburriste con tu discurso de que ella era tu mitad…y tú la suya… hasta que un día, en mitad de la nada, te dijo que ahí te quedabas, que a ella no le hacía falta ninguna mitad sino un hombre entero.

Por último te empeñaste en ser voluntario de un mago de medio pelo que quería divertir al mediocre público de un festival en mitad del bosque. Todo el mundo reía mientras tú, metido en un cajón mugriento escuchabas el ras ras que hacía el mago al cortar. Nunca te habrías imaginado que media docena de grupies chillonas iban a provocar una estampida que chocaría contra el cajón del mago.

Quién te iba a decir que esta vez, de verdad, te ibas a quedar a medias.

32 Comentarios

  1. Hola Beatriz. Me encantó tu relato por lo ingenioso y por el trabajo de combinar la trama con las palabras, sin dejar el relato «a medias». Un placer leerlo. Mucha suerte en el concurso del tintero. Te mando, como siempre, un afectuoso saludo.
    Ariel

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    1. Muchas gracias por tu comentario Ariel, este relato me ha costado hilar, tener que dejar todo a medias es un trabajo arduo. Un saludo.

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  2. Un relato muy ingenioso, Bea. Me recuerda a cierta cancioncilla infantil que me enseñó mi madre de niña y en la que todas las palabras empleadas empezaban por «p». Me ha gustado tu originalidad 🙂

    Un saludo y mucha suerte en el concurso.

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  3. De los relatos leídos el tuyo, Beatriz, es sin duda alguna el más divertido. Me ha gustado mucho y me lo he pasado muy bien leyéndolo. El juego que haces con el término «medio» y «medias» es genial. Me ha recordado mucho a Jardiel Poncela, un mago del lenguaje en clave de humor.
    Seguro que en el Tintero verás tu escrito recompensado

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    1. ¡Gracias, Juan Carlos! No sé qué decir…parecerme un poquito a un grande como Poncela es, además de pura coincidencia, un honor. Un saludo

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  4. Muy bueno, me encanta cuando dices que ella necesitaba un hombre entero, y no una media mitad jejejej.
    Genial, me arrancaste una sonrisa mientras lo iba leyendo.
    Un abrazo Beatriz y suerte en el concurso El Tintero de O.

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  5. Un relato con el humor necesario para no dejarnos a medias en nuestras expectativas.
    Pocas palabras y bastante ingenio para colocarlas, y crear una historia original.
    Un abrazo.

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