Cuantas noches abrazada a las estrellas, entretejía los hoyuelos de tu risa.
Cuantos días en el cielo del verano anhelaba ser de tu susurro brisa.
Cuantas quimeras anudé en tu luna blanca,
cuantas cosas se quedaron entredichas,
cuantas miradas volaron furtivas,
cuantas mañanas pintando caricias.
Cuantos minutos pasaron sin prisa,
cuantas prisas vinieron calladas,
pasó el tiempo, pasó la vida, se fue tu recuerdo de mi lado como si nada.
Vinieron nuevos vientos a mi playa, se borraron tus huellas de mi arena,
se llevaron tu sal, se llevaron tu agua,
se batieron en duelo con mi calma,
arrebataron la escoria de mis entrañas.
Se asieron a mi cuerpo como garras,
arrancaron a jirones mis telarañas,
dibujaron con dulzura mi sonrisa,
me velaron este sueño que no acaba.