Y todo empezó con una copa de vino.
Entre los destellos picota y los aromas afrutados del madera y especias, sus ojos aparecieron destellantes y misteriosos.
Cogiendo otra copa de la bandeja, se aproximó a ella y la invitó a compartir el dulce momento de la cata en el que el paladar toma conciencia de la explosión de sabores.
Sólo sintió la explosión del detonador y el rojo de la sangre tiñendo, vulgar, la alfombra. Todo acabó con aquella copa de vino.
Relato participante en el Concurso de Microrrelatos «7 Cepas» de Bodegas Solar de Samaniego.