Tinnitus

La primera vez que sentí su presencia había pasado toda la tarde escuchando el murmullo del mar encerrado en el interior de una caracola que encontré en el fondo de un cajón de la cómoda donde mi madre guardaba viejas fotos en blanco y negro de unos niños jugando en la playa.

Fue un pitido agudo que se instaló en el fondo de mi oído durante segundos, pero su recuerdo me acompañó horas como un vértigo repentino y cruel.

Volvió cada vez con más frecuencia. A veces sentía que aquel sonido taladrante me hablaba, invitándome a acercar mis pies al agua del mar que, desde mi ventana, contemplaba calmado y amenazante.

Un día, simplemente, no se fue. Su insistencia martilleaba mi cabeza como una voz que me reclamaba. Los días se volvieron eternos y en el silencio de la noche, la locura comenzaba a adueñarse de mí, guiando mis pasos a la playa donde me acababa sorprendiendo el amanecer.

Sobre la arena, la silueta de mis pasos se dibujaba firme. A su lado, unas breves sombras de unos pies diminutos se adentraba hacia el agua mientras los míos quedaban detenidos en la línea imaginaria en la que la marea hacía volverse a las olas.

Su imagen apareció sentada en mi cama una noche en la que las nubes cubrían la luna con un manto denso y pesado. Sus ojos, aún en la oscuridad, eran profundos, de un azul líquido y casi mortecino. En mi oído, el pitido se volvió un chillido desgarrador, alternando una voz infantil con una risa aguda que hacía helarse mi sangre.

Tendió hacia mí sus manos, sujetando la mía entre sus fríos dedos. «Ven a jugar a la playa» repetía. Mi cuerpo obedeció ensordecedor y sumiso.

Nuestras huellas se perdieron arrastradas por las olas mientras el agua iba empapando la franela de mi pijama. Fue entonces cuando calló el pitido en mis oídos quedando solo el sonido del mar.

39 Comentarios

  1. Hola, Beatriz. El relato es breve, pero intenso. También, en un momento dado, un trastorno como el tinnitus nos puede parecer algo no tan grave o perturbador, pero para quien lo padece puede representar un gran padecimiento. Me ha gustado mucho esa frase final para expresar cómo la muerte se convierte en una liberación para el protagonista. Buen trabajo. Mucha suerte y un abrazo.

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  2. Hola Beatriz. Lo primero: el título, tuve que mirarlo porque desconocía la palabreja. También aprendí que se le puede denominar “acúfeno” a la percepción de ruidos en la cabeza, o en los oídos. Entendiendo el título se percibe mejor el relato que me gustó mucho.
    Onírico, poético, surrealista, pletórico de imágenes sugerentes llenas de simbologías, las que quiera prestarles el lector.
    Un abrazo, compañera.

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  3. Hola, Beatriz. Una llamada a la que no se puede resistir. Un bello relato, delicado y hermoso en su hechura para un triste final. Me ha gustado mucho. Por si quieres corregir, a la palabra taladrante se le ha perdido la ene.
    Ha sido un placer leeerte. Un abrazo.

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  4. ¡Hola, Bea!
    En esta ocasión nos ofreces un relato enigmático, que esconde una historia grabada en la mente del protagonista, tal vez un pasado trágico cargado de culpabilidad o quizás se trate de un sueño recurrente en el que se ve atrapado el narrador y protagonista, sin nada que ver con hechos reales.
    En fin, tú tienes la respuesta, de modo que espero que me saques de dudas, porque me has dejado con la intriga y eso no puede quedar así… (aquí sonrisas).
    Un beso y mucha suerte en El Tintero.

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  5. Para mí el protagonista busca una redención y por ello le hace caso sin cuestionárselo. Una perdida en la que de alguna manera se siente culpable. No has necesitado de mucho texto para ponernos en situación y estimular nuestra imaginación Beatriz, bien por ello.
    Saludos y suerte 🖐

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  6. Hola Bea. En pocas líneas has creado una historia que sorprende y provoca escalofríos. Muy original e inquietante ese niño fantasma que viene del mar para llevarse a la protagonista.
    Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.

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  7. Después de todo, que mejor forma de abandonar esta existencia que sumergirse en as olas del mar, sintiendo su abrazo para siempre. Tal vez el niño fuese al final su tabla de salvación. Mucha suerte Beatriz, un abrazo.

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  8. A veces las voces nos llevan a hundirnos , ¿verdad? Me ha gustado mucho tu relato, porque es más trascendental de lo que parece. De ahí, se pueden sacar muchas historias y conclusiones de cada uno. Mucha suerte en el concurso y un abrazo.

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  9. Tu relato me ha provocado escalofrios y no por culpa del agua fría del mar, sino por esa historia que se me antoja fantasmagórica y delirante. Me ha gustado mucho.
    Saludos.

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  10. Tinnitus, una palabra que solo con oírla te recorre un escalofrío, como si fuera de la familia de la tenia, pero en diminutivo. Un “alien” minúsculo que se te mete por el oído y te martillea el cerebro sin descanso.
    Muy buen relato. Me ha encantado por su originalidad y por su desarrollo en el que se siente el sufrimiento, la angustia y hasta la locura del protagonista. El final, trágico; yo lo veo como una liberación.
    ¡Felicidades y suerte en el Tintero!

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  11. Hola, Beatriz. Tu relato es corto, pero intenso. Me ha llamado la atención que, a pesar de lo primero, el primer párrafo es una sola frase, con 52 palabras y sin coma alguna, y se lee del tirón a la perfección; yo lo he hecho dos veces seguidas para cerciorarme.
    De la historia en sí, te diré que me ha gustado e inquietado a partes iguales. El final nos lo ibas insinuando, pese a lo cual no deja de ser trágico… o redentor, según se mire. Te felicito.
    Te deseo mucha suerte en “El Tintero”, compañera, y te envío un fuerte abrazo.

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  12. Una afección del oído ha dado lugar a una buena historia. Es curioso comprobar como en la edición están concursando muchos relatos que hacen referencias al mar. Caracolas, sirenas, veleras y marinos…
    Espero que tengas suerte en el tintero.
    Un abrazo.

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  13. Hola Beatriz. Desconocía el término pero para eso está el Tintero, ¿verdad? No sólo nos transporta a mundos fascinantes, también aprendemos cosas de lo más interesante.
    Un relato muy bien trabajado. Corto pero potente. Seguro que será recompensado.
    Un saludo.

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  14. ¡Qué impactante relato!
    Me ha encantado la forma que has montado este relato, es de lo más espeluznante en ese escenario con las vocecitas infantiles, y debo decir que también me gustó muchísimo!
    Saluditos

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