(Foto @Lluesmaster Modelo @Ladymsc72 Lugar Bosque de las Palabras, Chinchilla Albacete)
Perdido en el confín del bosque, raíces de términos te enredaron a su cuerpo y la tierra fue testigo del deleite. Cabalgando sobre caprichosa y cruel amante, sentenciaste tus sentidos a su muerte. Dama golfa, ingrata en hechos, zalamera en formas, una dama que te llevaba a sus goces, una bruja que te azotaba sin zozobra al placer de palabras inconexas en sus labios.
En las ramas de aquel lúgubre baldío le vendiste tu virtud a menos de nada. Entre hojas que lloraban un fruto frío, negra y triste tu simiente le esparciste. Frenético fue el baile de los cuerpos, renglones que maléficos escribieron, a la sonrisa fría de su sortilegio rendiste tu pluma y tu bandera.
Te dejó sin reparos con las ganas, con un llanto infantil que competía con el leve aleteo de golondrinas que a lo lejos volvían a anidar en tus pupilas. Y se alejó sin mirarte y sin despedida, rompiendo en mil el cristal de tus espejos, que si vuelve echará sal en tus heridas y lamerá golosa los rincones de tu cuerpo.
Y la buscas como un perro a su dueño entre sendas de hojarasca y viejos setos. Mientras sientes por tus venas el caudal negro de la tinta que dibuja su desnudo y no quieres hacer nada por dejarla. Que en sus besos ya bebiste la ambrosía y una droga es su lujuria y es cuerpo.
Encuentras su verdad en verde prado y la tomas para ti con violencia. La vergüenza sólo es plato de cobardes y a esta reina no la camelan don nadies. Olvida entre sus redes tus miserias, sumérgete en su placer sin esconderte. Llora tinta, ríe tinta, ama tinta…
En el bosque de su cuerpo teje mañanas aunque duelan las espinas de las flores. Dama golfa, dama bella, dama noble, del arte de garabatear sueños, Reina y Señora.
Café Literato 