Sonaron las doce 

Sonaron de nuevo las doce,
¡qué Dios te salve Madre amada!
que un ángel vino a anunciarte
que eras Concepción Inmaculada.

Sonaron de nuevo las doce,
el Angelus en mis labios aguarda,
de mis ojos, perlas de lágrimas,
¡hágase en mi tu palabra!

Sonaron de nuevo las doce,
entre romeros y jaras,
que el verbo se hizo carne,
en tus benditas entrañas.

Sonaron de nuevo las doce,
¿qué te rezo, Coronada?
La distancia se hace eterna,
que lejos de tu mirada.

Que Dios te salve Serrana,
llena Tú de toda gracia,
el Señor siempre es contigo,
Guapa y bendita Galana.

Que Dios te salve, Chiquita,
bendito el fruto de tu Alma,
bendito tu Hijo Amado,
Bendita siempre, Coronada.

Que Dios te salve, Abogada,
Ilumina estas tristes almas,
hijos de Eva, te anhelan,
en este valle de lágrimas.

Que Dios te salve, Vida
Misericordia, Dulzura, Esperanza,
ruega siempre por nosotros,
ruega siempre por Calañas.

Intercede por nosotros,
y cuando llegue nuestra llamada,
espéranos junto a Tu Hijo,
permite que veamos su mirada
y habitemos junto a Ti,
en el Morante eterno de tu gracia.