Voy a hablar de Sevilla. Por fin.
Muchos me diréis qué quién soy yo para atreverme pero esta vez siento que quiero y que puedo.
Quiero porque Sevilla me enamora, me envenena y me hacer odiarla a partes iguales. Quiero porque siento que estoy cansada de leer a voces autorizadas por nadie categorizar sobre una ciudad única y diferente a cualquier otra pero que pretenden reducir al absurdo ideal de unos pocos. Quiero porque sí, porque mis letras, alguna vez, quizás lleguen a un puerto tan próspero como el que vivió a la sombra de la Torre del Oro.
Y puedo, ya lo creo que puedo. Puedo por la autoridad que me da haber nacido hace 33 años junto al sueño que ideara Aníbal González para la Sevilla del 29. Puedo porque soy una “tirolinense” que vivió obligada un destierro montequinteño de las jóvenes familias de los 80 que duró casi catorce años como si se tratara de una condena a galeras y volví a mi barrio de extramuros y vecinas sentadas al fresco. Puedo porque me exilié a Bami en mi primer vuelo de pajarilla novata y volví de nuevo a mi Tiro de Línea de paso a nivel y viernes de marzo.
Es muy probable que sigáis pensando que nada me avala, hace años que, en el reparto de carnets de sevillanía, el mío fue denegado. Puede que tengáis razón. O puede que no. Sólo Sevilla podrá decirlo.
No sé cuánto tiempo durará mi aventura. Tampoco sé cada cuánto me embarcaré en este mar (un charco grande, siempre me ha gustado tirarme de cabeza en estos lagos) pero hoy, justo hoy, el día de Santa María Magnalena, la que me embruja cada Domingo de Ramos a la sombra de la vieja muralla, una mujer adelantada a su tiempo, incomprendida, valiente,…única…hoy, nacen mis #Sevillagrafías.
Os invito a acompañarme, Cruzcampo fría en mano y brindando por Sevilla.
Estaré encantada de leer tus puntos de vista; yo, que llevo un poco más de tus 33 años viviendo en la ciudad a la que vine a estudiar, y que no siento banderas ni patriotismo alguno.
Me gustaMe gusta
Yo soy “sevillana rara” tal vez por el influjo de mi sangre andevaleña (onubense). Pero mi idea es mostrar mi ciudad, no la de los cuatro o cinco estirados. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona