Catequesis para el 2.0

Mercedes santa Genoveva reflexiones beitavg

Mi Hermandad de Santa Genoveva ha montado un cuidado, pensado, trabajado y polémico altar de cultos para Ntra. Sra. de las Mercedes.

Podéis opinar lo que queráis, entiendo que haya gente a la que no le guste (a mi me encanta, quizás no sea objetiva) pero no soporto la burla ni la falta de respeto que he leído, por no pocos sitios, pero que, por respeto a mi Hermandad –y a mi misma, que me hago mala sangre– no voy a compartir pantallazos aquí.

No, mi Hermandad no ha montado un Nacimiento, siento que para vosotros la presencia de varias imágenes en un altar sólo os traslade al “hacia Belén va una burra” porque yo, ni me remendaba ni me remendé.

Pero, aunque os parezca lo contrario, no he venido aquí a decir lo orgullosa que estoy del trabajo de la priostía de mi Hermandad. No, lo siento.

Por si alguien no sabe de qué va esto o, quizás, con tantas cosas como tenemos en la cabeza, han olvidado, las hermandades (que no la Semana Santa) surgen por la necesidad de los gremios de ofrecer servicios de asistencia para la enfermedad y el fallecimiento de sus miembros. Además de esta labor –hoy propia de compañías aseguradoras y mutuas, nada nuevo bajo el sol– el pilar fundamental era el culto que rendían a Cristo, a la Virgen o a algún Santo.

Ese pilar del culto llevó a la aparición de las primeras procesiones, de carácter completamente penitencial, con imágenes de crucificados y dolorosas a los que acompañaban hermanos de luz (los nazarenos de hoy) y hermanos de sangre, los flagelantes (gracias a Dios ya desaparecidos).

Más tarde se observó que la liturgia y los pasajes evangélicos relacionados con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo no eran comprendidos por los laicos, en su mayor parte analfabetos y, desde luego, desconocedores del latín, lengua en la que la Iglesia se relacionaba entre sí y con el pueblo. Por ello, se desarrolla todo un catequismo visual a base de crear conjuntos escultóricos inspirados en los diferentes pasajes. A esto debemos sumar que la Iglesia, en el siglo XVI tuvo que hacer frente a la Reforma Luterana y, no tuvo mejor idea, en el Concilio de Trento, que decidir que había que exteriorizar la fe.

Así las cosas, nadie podrá dudar que, la Semana Santa en general (y en el caso que nos ocupa, la de Sevilla) han sido una escuela andante en la que todos los elementos empleados formaban parte de una enseñanza que el pueblo supo entender y transmitir. Hasta hoy…

En el siglo XXI, nadie negará que los niveles de analfabetismo han descendido y que, afortunadamente, la Iglesia nos habla en nuestro mismo idioma (aunque, en la mayoría de los casos sigamos sin entenderlos). Pero, paradójicamente, hemos vuelto a una sociedad visual, poco dada a la lectura y menos si es reflexiva y con ansias por la inmediatez.

Muchos somos los que hablamos de la falta de formación de los cofrades (o kofrades, cataloguen ustedes) quizás por desidia, quizás por falta de tiempo, quizás porque no está de moda…quién sabe.

¿Y si la clave es volver a evangelizar a través de la vista? ¿Y si hay que ser valientes y montar en los altares la Anunciación, o la Ascensión, o como en el caso de mi Hermandad, las principales y desconocidas figuras principales de la Orden Mercedaria?

Después, a nivel estético, podremos opinar si nos gustan más o menos, tampoco pasa nada, pero antes saquemos la enseñanza que nos trasmite. Entonces y sólo entonces, cuando hayamos aprendido algo nuevo, podremos decir si faltan o sobran elementos o si son de mejor o peor calidad.

Pero claro, para esto, también hacen falta priostías formadas y no “poner muchas velas”...en fin, la pescadilla que siempre acaba mordiéndose la cola.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.